Esta excepcional finca con licencia de alquiler vacacional ofrece una experiencia de vida única en medio de la naturaleza mallorquina. La propiedad se caracteriza por su total aislamiento, lo que le garantiza una privacidad absoluta. Mediante el uso de pozos y un sistema solar con baterías, es completamente independiente de fuentes de energía externas. En los días frescos, un sistema de calefacción central de gas proporciona un calor acogedor y bienestar.
La amplia piscina infinita (8×10 m), equipada con regulación automática, invita a relajarse y refrescarse en los días calurosos. La casa principal impresiona con sus tres dormitorios y dos cuartos de baño, equipados a un alto nivel. El salón abierto ofrece espacio suficiente para reuniones acogedoras.
El impresionante comedor con cocina integrada deja espacio para delicias culinarias y comidas en común. Una sala de billar privada está disponible para las horas de sociabilidad.
Además, la finca cuenta con dos apartamentos para invitados, cada uno con un dormitorio, un cuarto de baño y una zona de estar independiente. Esto permite acoger a amigos y familiares en agradable intimidad.
Pero eso no es todo: una casa mallorquina de piedra de aprox. 75 m², una auténtica gruta con zona para asar a la parrilla, así como un prado para caballos y una pista de voleibol son otros puntos destacados de esta finca única.
Conclusión:
Esta finca es un paraíso para los amantes de la naturaleza que aprecian la privacidad e independencia absolutas. El mobiliario de alta calidad y la ubicación idílica hacen de esta propiedad una joya única en la codiciada zona de fincas de Artà.
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